Las
posibilidades de comprensión sobre la vida, la evolución y la naturaleza del
ser humano que proporciona una carta astral natal, son infinitas. Su estudio se
basa en las posiciones exactas, en el momento del nacimiento, de los planetas que componen nuestro sistema
solar. A partir de ahí, se obtiene un esquema
simbólico de las características psicológicas y espirituales del Alma que ha nacido.
Este astro-mandala es la expresión simbólica del propósito espiritual de
nuestro Ser encarnado, el cual tiene su manifestación más directa en el Sol
astrológico, mientras que el resto de planetas conocidos de nuestro sistema
solar, nuestra luna, y el asteroide Kirón, representan las diferentes partes
que componen nuestra estructura psicológica. La Luna nos muestra nuestro lado emocional, nuestras
necesidades inconscientes y nuestro niño interior. Mercurio es nuestra parte
mental, el intelecto, el aprendizaje y la comunicación. Venus representa la sexualidad
femenina, el erotismo y la necesidad de relacionarnos con otro ser humano para
crecer. Marte refleja la sexualidad masculina, la autoafirmación y la capacidad
de luchar por lo que queremos en la vida. Y así, cada uno de los demás planetas
representa una parte de nuestra psicología, con sus características particulares
y sus tendencias. Y también las dificultades, con el sentido que estas tienen
para nuestra evolución.
La
astrología terapéutica es una herramienta que nos da la posibilidad de
poder comprender las características más significativas de nuestra personalidad
consciente e inconsciente. Y para alcanzar este objetivo, la lectura de la Carta Astral Natal nos
proporciona dos líneas de interpretación y autoconocimiento claramente
diferenciadas:
En
primer lugar nos muestra las habilidades con las que hemos nacido, fruto de
nuestra evolución anterior a esta vida. También las dificultades, vinculadas a
las partes de nuestra psicología que hemos venido a pulir y transformar. Su
lectura detallada nos brinda la posibilidad de ubicarnos rápidamente en qué
punto del plan evolutivo de nuestra Alma nos encontramos; por una parte el
nivel en el que hemos reconocido y aprovechado las cualidades y la sabiduría
que traemos con nosotros desde el nacimiento, y por otra parte el grado en el
que ya han sido enfrentadas, comprendidas y superadas las facetas
de nuestra personalidad que hemos venido a mejorar en esta encarnación. Esta
lectura también nos ayuda a reconocer qué partes de nosotros aún pueden estar
inconscientes, las cuales suelen estar vinculadas con dificultades,
resistencias, proyecciones, sufrimiento, o dependencia de otras personas.
En
segundo lugar, y desde una perspectiva más elevada, la Carta Astral Natal nos
proporciona claras indicaciones sobre propósitos concretos de desarrollo y
crecimiento, en los que el Alma está trabajando para equilibrarse y avanzar
espiritualmente, retornando hacia la Fuente
Creadora en su estado natural de Perfección y Sabiduría.
Otros Recursos Astrológicos
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